El Antagonismo. En cosas pequeñas, ventura. Cuando los hombres viven en oposición y enajenamiento mutuo como extraños, no puede llevarse a cabo ninguna gran obra en común. Los ánimos disienten demasiado entre sí. Ante todo, es necesario no proceder con rudeza, cosa que agudizaría más aún el antagonismo, más bien es menester conformarse con los efectos que se obtienen poco a poco, en lo pequeño. En ese sentido todavía podrá esperarse la ventura, puesto que la índole de la situación hace que el antagonismo no excluya toda posibilidad de entendimiento.
El antagonismo, que en su carácter de oposición polarizada dentro de una totalidad amplia se presenta por lo general como freno, por otra parte, cumple también funciones benignas e importantes.
Los antagonismos entre Cielo y Tierra, espíritu y naturaleza, hombre y mujer, generan, gracias a su conciliación, la creación y procreación de la vida. En el mundo visible de los objetos, el antagonismo posibilita la separación en especies, mediante la cual se establece un orden en el mundo.