La palabra china Lin tiene una serie de significados imposibles de abarcar con una sola palabra de un idioma occidental. Las antiguas explicaciones del Libro de las Mutaciones dan como primera connotación: "agrandarse", "hacerse grande". Lo que se hace grande son los dos trazos fuertes que desde abajo ingresan creciendo en el signo. Con ellos se extiende la fuerza luminosa. De allí la idea avanza hacia el concepto de Acercamiento, o sea de Acercamiento de lo fuerte, de lo superior a lo inferior. Finalmente significa también la condescendencia de un Superior para con el pueblo, y, además, encarar activamente los negocios. El signo se adjudica al duodécimo mes (enero-febrero), cuando, después del solsticio, la fuerza luminosa ha vuelto a emprender su ascensión.
El Acercamiento tiene elevado éxito.
Es propicia la perseverancia.
Al llegar el octavo mes habrá desventura.
El signo, en su conjunto, alude a un tiempo de esperanzado progreso. Se aproxima la primavera. La alegría y la transigencia van acercando entre sí a altos y bajos. El éxito es seguro. Lo único que hace falta es la realización de una labor resuelta y tesonera capaz de aprovechar plenamente los favores del tiempo. Y otra cosa más: el tiempo de primavera no dura eternamente. Llegado el octavo mes los aspectos se invierten. Quedan entonces tan sólo dos líneas fuertes, que empero no están avanzando, sino retirándose (cf. el hexagrama que sigue). Es necesario tener en cuenta a tiempo este viraje y meditar sobre él. Si uno de este modo se enfrenta con el mal antes de que se manifieste como fenómeno, más aún, ante de que haya comenzado a dar señales, llegará a dominarlo.
Por encima del lago está la Tierra: la imagen del
[Acercamiento.
Así el noble es inagotable en su intención de enseñar, y en soportar y proteger al pueblo no conoce límites.
La tierra linda desde lo alto con el lago: es este el símbolo del Acercamiento y de la condescendencia de alguien superior con los de posición inferior: de las dos partes que conforman la Imagen surge su comportamiento frente a estos hombres. Así como aparece inagotable la profundidad del lago, así es inagotable la solicitud del sabio para instruir a los hombres: y así como la tierra es vasta sin límites y portadora y protectora de todas las criaturas, así el sabio es portador y protector de los hombres, sin poner fronteras de ninguna clase que puedan excluir parte alguna de la humanidad.
Acercamiento magnánimo. Ventura. No hay falla.
Un sabio que ha superado al mundo e interiormente ya siente cumplida su existencia, puede, en determinadas circunstancias, verse en situación de tener que reingresar una vez más en este mundo acercándose a los otros hombres. La consecuencia será una gran ventura para estos últimos, pues les brindará su enseñanza y su ayuda. Pero aun para él misma ese acto de humildad, de magnánimo rebajamiento de sí mismo, no implica ningún error, ningún defecto.
Acercamiento sabio. Es lo que corresponde a un gran
[príncipe. ¡Ventura!
Un príncipe o alguien situado en posición conductora debe poseer la necesaria sabiduría como para atraer hacia su ámbito a hombres aptos, expertos en el manejo de los asuntos. Su sabiduría consiste tanto en saber seleccionar a la gente adecuada como en dejar hacer a quienes ha elegido, sin inmiscuirse personalmente en sus asuntos. Pues únicamente mediante una reserva de ese orden podrá encontrar las personas necesarias y expertas para dar cumplimiento a todos los requerimientos.
Acercamiento cabal. No hay defecto.
Mientras que las tres líneas de abajo caracterizan la ascensión hacia el poder y la influencia, las tres de arriba enseñan el comportamiento de los superiores frente a los inferiores, a quienes dotan de influencia. Se señala aquí la manera enteramente desprejuiciada con la que alguien que está en posición superior se acerca a un hombre capacitado, al que atrae entablando el trato con él, sin reparar en prejuicios de clase. Esto es muy favorable.
Acercamiento confortable. Nada que fuese propicio. Si uno llega a entristecerse por ello, quedará exento
de error.
Todo avanza alegremente. Un hombre logra poder e influencia. Pero esto esconde el peligro de que, confiando en su posición, se sienta demasiado cómodo, y que este ánimo de confortable negligencia cobre preponderancia en el trato con la gente. Esto será nocivo desde todo punto de vista. Sin embargo, está dada la posibilidad de un vuelco. Si uno llega a sentir tristeza a causa de semejante actitud contraria a la que corresponde, si asume la responsabilidad que su posición influyente implica, se verá libre de cometer faltas.
Acercamiento conjunto. ¡Ventura! Todo es propicio. Fortaleza y responsabilidad necesaria y no requiere advertencia alguna, tendrá ventura. El porvenir no ha de causar ninguna preocupación. El hombre sabe ciertamente que todo lo terrenal es pasajero y que a toda ascensión sigue el ocaso; pero no per-mite que ese sino general lo confunda e induzca a error. Todo es propicio. Por lo tanto uno recorrerá con prontitud, rectitud y audacia los caminos de la vida.
Acercamiento conjunto. La perseverancia trae ventura.
El bien comienza a imponerse y encuentra beneplácito en lugar influyente. De allí parte la incitación a acercarse dirigida al hombre capaz. En tal caso será bueno adherirse a la tendencia ascendente; pero habrá que tener buen cuidado de no extraviarse, de no perderse a sí mismo en esa corriente del tiempo, sino de permanecer con perseverancia en lo recto: esto aportará ventura.